—¡Atención! Déjenme presentarlo. Él es el Joven Maestro Luo Mo.
El Príncipe Firmamento Carmesí se puso de pie y brindó por Luo Mo desde lejos.
Esa simple acción era una indicación de que era uno de sus hombres.
Luo Mo le contestó con una leve reverencia. Luego, se bebió todo el vino en su copa de un solo trago.
Sus movimientos tenía una gracia libre indescriptible. A muchas de las jóvenes presentes le brillaron los ojos cuando lo vieron.
También habían oído el nombre de Luo Mo en sus propios estados. Aunque no llegaban a adorarlo, sintieron que los latidos de sus corazones se aceleraron cuando se encontraron con un hombre tan guapo que podía agitar las olas de la capital real.
Después de beber el vino, la mirada de Luo Mo se posó en Yi Yun. Se había enterado de la situación a través de una transmisión de voz y era consciente de la razón por la que el Príncipe Firmamento Carmesí lo había llamado.