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—Sí, madre… —respondió Luo Huo'er con una clara falta de interés. Era bastante reacia a hacerlo. También sabía que la razón por la que su madre le había pedido que fuera a verla era para atraer más a los genios, y mostrar al mundo su amor por el talento. Si no lo hacía, ¿cómo conseguiría que más genios y clanes familiares que los apoyaban estuvieran dispuestos a unirse a su bando?
La Emperatriz Xuan miró a su hija, y suspiró internamente. No se estaba tomando el asunto en serio, y el Príncipe Firmamento Carmesí ya había establecido una fuerza enorme, y se estaba expandiendo constantemente.
Si no tomaban medidas fuertes, los clanes familiares y las facciones que estaban de su lado incluso podrían acabar siendo convencidos por el príncipe para que cambiaran de bando.
La abdicación del trono estaba a la vuelta de la esquina, así que la Emperatriz Luo y el Príncipe Firmamento Carmesí estaban usando todos los medios posibles.
