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El tiempo pasó, y Ran Yu, que estaba flotando meditando con los ojos bien cerrados, los abrió de repente y bajó al suelo.
—¡Alguien está aquí! —gritó un discípulo del Salón del Fuego Celesial en medio de la multitud.
Todos miraron de inmediato al crucero espiritual. ¡Vieron saltar desde la proa a un hombre fornido con una pitón enrollada a su alrededor!
Al verlo, Yi Yun se sorprendió un poco. El tamaño de esa persona era bastante exagerado. Medía al menos tres metros y medio de altura, sus brazos eran tan gruesos como la cintura de una mujer, y sus piernas eran como dos columnas.
Su cuerpo estaba cubierto de tatuajes y tenía un collar de cráneos alrededor del cuello. Los cráneos eran del tamaño de un puño, y era difícil distiguir si eran de humanos o de Fey.
En cuanto a la pitón enrollada alrededor de su cuerpo, era tan gruesa como un barril de agua. Una pitón tan grande fácilmente podría devorar a dos personas.
