—Joven… Joven Maestro Yi…
Un tímido Anciano del clan familiar Shentu casi se cayó de su asiento. Con lo que su clan le había hecho a Yi Yun, no sería una sorpresa que decidiera eliminarlos completamente.
Yi Yun lo miró fríamente. Nunca había sido una persona que recompensara ataques con bondad. Esas facciones lo habían pateado mientras estaba en el suelo, y el clan familiar Shentu y la Secta de Fuego Li habían sido los peores. Por supuesto, como él fue lo suficientemente fuerte, no sufrió mucho, pero, ¿Qué tal si no hubiese sido tan poderoso? Definitivamente habría terminado de manera trágica.
Además, quería dirigirse a los Doce Cielos Empíreos, así que no deseaba que ninguna de las facciones que le guardasen rencor se quedara en el mundo Tian Yuan.
Aunque pudieran ser completamente insignificantes para él, quería acabar con la posibilidad de que fueran capaces crear cualquier ola en el futuro.
—A partir de hoy, ¡sus clanes y sectas están disueltas!