¡Una taza de té había destrozado todos los rayos de espada a su alrededor e incluso había herido a un genio criado por la Secta de Fuego Li!
Los espectadores eran todos guerreros. Sabían muy bien que aunque parecía té común, estaba impregnado con un poder extremadamente aterrador. Eso no era té, era un río de lava fundida comprimida.
¡Espesa! ¡Pesada! ¡Inigualable!
Cuando un chorro de té tenía tanta energía impregnada, ¡era lo suficientemente poderoso como para hacer añicos los rayos de espada!
Al poder hacer eso, la gran diferencia entre Gongsun Zhi y ese joven del Mar del Sur sin dudas quedó expuesta.
—¿Quién es?
—¡Parece muy joven, pero en realidad es un viejo monstruo!
El poder de Yi Yun consternó a todos. En sus mentes, solo podían tener tal poder aquellos Ancianos que habían vivido durante miles de años y tenían la capacidad de hacerse ver jóvenes.