Los dos espectros Yin corrieron por el Sendero al Cielo. En ocasiones se cruzaban con gente de la Alianza Marcial; sin embargo, extrañamente, ninguna de esas personas logró descubrirlos. Era como si no existieran.
El cuartel general de la Alianza Marcial estaba situado al final del Sendero al Cielo.
Era una magnífica torre de piedra de estilo simplista que sobresalía por encima de las nubes bajas y oscuras que resonaban por los rayos.
Los dos espectros entraron directamente al nivel más alto de la torre.
Por dentro estaba oscuro. Solo había una antorcha del tamaño de un frijol iluminando esa torre vacía.
Cuando entraron fue como si el mundo exterior se hubiese aislado de ellos, dejando solo un espacio oscuro y silencioso, así como esa pequeña luz. En ese espacio, parecía que la vida y el tiempo no existían. Ni siquiera parecía existir el concepto de espacio. Era como si allí todo se hubiese detenido.