El viento frío en las llanuras heladas penetraba hasta los huesos. Sin embargo, no parecía tener mucho impacto en el joven moreno.
Mientras se acercaba a la mujer vestida de blanco, un mar negro apareció detrás de él. En ese mar había un gigantesco torbellino que temblaba lentamente con la Luna de Sangre en el cielo.
Ese fenómeno era el escenario en el Abismo Entierro del Dios, y la Luna de Sangre era el Tótem de Aspecto del joven.
Con la cimitarra en su mano, caminó achicando la brecha entre él y la mujer.
—Si puedes controlar la Torre Adviento de Dios, entonces no sería rival para ti. Pero ahora, el Maestro Divino ha cortado tu conexión con la torre. No tienes nada que usar contra mí. Solo eres un espíritu. Tu espada y tu cuerpo solo están modelados con energía.