—¡Abuela!
Shentu Nantian corrió a ayudar a la Abuela de las Mil Manos. El repentino giro de acontecimientos hizo que todo se saliera completamente de su control. Al ver a la Matriarca Lin llena de intenciones asesinas, Shentu Nantian no pudo evitar sentir una profunda sensación de horror.
Realmente empezó a sospechar que la Matriarca aniquilaría al clan familiar Shentu, incluyéndolo a él.
La Abuela de las Mil Manos luchó por levantarse mientras una sonrisa amarga aparecía en su viejo rostro. Diez mil años atrás, se había entrenado con la Matriarca Lin. En aquel entonces no fue rival para ella, y en la actualidad la brecha entre ambas era aún mayor. Además, como algunos de los Ancianos de la familia Lin la atacaron junto a ella, habían herido a sus meridianos.