—Hermano menor Yun, estos doce huesos desolados no son nada simples. Tu energía mental aún es un poco débil así que es posible que no puedas manejarlos. ¿Quieres continuar? —le preguntó Shentu Nantian con una sonrisa.
Si Yi Yun insistiera en participar incluso después de resaltarle los riesgos, Shentu Nantian se libraría de toda culpa si le ocurría un accidente. Y de ser así, no habría ninguna razón para que la familia Lin le reprochara nada.
Solo se podría culpar a Yi Yun de haber actuado con demasiada confianza y arrogancia.
Al ver la sonrisa de Shentu Nantian, Yi Yun se burló de su corazón.
Shentu Nantian no le mencionó el peligro anteriormente, recién lo había hecho ahora, cuando ya había comenzado el proceso de refinamiento de los huesos. Su objetivo era claramente ponerlo en un dilema.
Shentu Nantian quería verlo insistir en refinar el hueso. Deseaba que sufriera grandes daños mentales y se convirtiera en un retrasado.
