Mientras Shentu Nantian hablaba, colocó el disco de matriz en el suelo. Los círculos rúnicos comenzaron a brillar en este a medida su tamaño aumentaba. Creció hasta el punto de extenderse bajo los pies de Yi Yun, Shentu Feng y Shentu Hai.
—Párense sobre él —dijo Shentu Nantian. Para refinar el elixir de la antigua receta, era necesario usar el disco como base.
Yi Yun vaciló un poco antes de hacerlo.
Sabía que con esta nueva identidad, aún no había llegado al punto en el que intentarían asesinarlo a toda costa, incluso tras ofender una vez más a Shentu Nantian. En este lugar, Shentu Nantian no podría hacerle nada frente a los miembros superiores de la familia Lin.
—¡Ustedes tres extraerán la energía de los huesos desolados y me la proveerán! Los doce huesos desolados seguirán el orden de las doce ramas celestiales. ¡Cualquiera que sea el hueso que necesite, deberán extraer el poder de los desolados del hueso correspondiente!