Al ver que Han Sen seguía caminando hacia adelante, sin disminuir la velocidad ni un solo segundo, Liu Yuxuan pasaba del miedo al terror. No ayudó que Han Sen también hubiera permanecido en silencio todo el tiempo. La mayoría de las personas que se encontraron siendo arrastradas repentinamente en contra de su voluntad por un hombre enfadado se opondrían en voz alta, pero Liu Yuxuan permaneció tan callado como pudo. Había un riesgo que intentaba evitar, a pesar de pensar que el truco de Han Sen seguía en juego.
Lin He y Lin Weiwei podían ver a los dos desde donde estaban y observaban atentamente. Aún estaban un poco inseguros sobre lo que había motivado e instigado la agresión de Han Sen, pero sabían que había más de lo que se veía a simple vista. Los ojos de Liu Yuxuan estaban ahora bien abiertos, habiéndose dado cuenta de que Han Sen había entrado directamente en la zona y se decía que la bestia se había dado un banquete con los intrusos.
