Han Sen miró en la dirección en que se había endurecido la mirada del Hijo del Destino y notó que era Cero a quien había visto. Ella había salido del Rey del Árbol y ahora se estaba acercando a ellos. Cero ya había regresado a su forma humana, pero sus manos sostenían un cuchillo rojo.El cuchillo tenía alrededor de un pie de largo y estaba completamente rojo. Tenía características esqueléticas y su color lo hacía parecer un hueso empapado en sangre.Han Sen frunció el ceño, sin saber por qué el Hijo del Destino se asustaría tanto al ver a Cero.
—¡Imposible, imposible!—el Hijo del Destino gritaba como un loco, y parecía horrorizado.