Han Sen vio que la mayoría de la gente corría y que sólo Yang Manli, Tío Qing y uno cuantos miembros más se quedaron al lado de él, invocando almas bestias listos para pelear.
Era fácil ver que los miembros de la banda que se quedaron estaban asustados, con las manos que sostenían sus armas temblando.
Todos los demás estaban corriendo rápido, lo cual no sorprendió mucho a Han Sen. Estas personas habían perdido su confianza hace mucho tiempo, así que era natural que reaccionasen así frente al peligro.
Han Sen consideró que ellos no le servirían. En el futuro, no perdería su tiempo en cultivar a esas personas. Pero por otro lado, Xu You y otros jóvenes no huyeron y permanecieron al lado de Han Sen, aunque estaban asustados. Han Sen pensó que podría formarlos para que se conviertan en líderes, que en el futuro dirigirían las fuerzas de la Banda Diosa.