Han Sen abrió el paquete, que le había sido entregado en una caja reciclable, y vio un sobre solitario dentro. No hace falta decir que estaba desconcertado. Enviar a alguien una carta primitiva en esa época era muy inusual. Tomó el sobre, que era sencillo y sin texto en el frente, y le dio la vuelta. Tampoco había nada escrito en la parte de atrás. Han Sen lo abrió y sacó el trozo de papel que había dentro. En él, se escribían dos simples frases.
—Algo llegará en tres días. Llévalo al refugio y no permitas que nadie más lo vea: Hombre Ciego. —Han Sen lo leyó y frunció el ceño.