Las criaturas parecían estar jugando en el agua, pero aun así, Han Sen no se atrevió a acercarse al grupo. Allí había un dragón de agua de escamas plateadas, muy similar al que él mismo acababa de liberar.
—¿Por qué hay tantos dragones aquí? —Han Sen contó cinco dragones acuáticos. Y extrañamente, parecía que se estaban divirtiendo juntos en el agua.
Han Sen observó sus fuerzas vitales y observó que ninguna de ellas era tan poderosa como la primera que había encontrado, con Yaksha. También hubo ligeras variaciones en cada una de sus apariencias. El primer dragón de agua blanco tenía cuatro patas y pies, y no tenía alas. Estos, por otro lado, tenían alas; bonitas, plateadas y semitranslúcidas. Les daban la habilidad de volar.
—¿Qué es esto? —Han Sen vio a otro monstruo marino gigante emerger de las aguas negras.