Qin Xuan envió el tutorial de Thunder Knife a Han Sen y este comenzó la instrucción.
Media hora era muy poco tiempo. Después de explicar y demostrar algunas técnicas, Han Sen le pidió a Qin Xuan que lo imitara dos veces. Y luego, como si nada, la media hora se acabó.
—¿Cómo te debería llamar? —preguntó Qin Xuan. Después de la clase, Qin Xuan se sintió aún más respeto por Han Sen. Incluso sus casuales cumplidos la hacían sentir muy alagada. Estaba cada vez más convencida de que su oponente debía ser un maestro. Sin embargo, no sabía con qué magnate militar estaba lidiando.
—Llámame soldado —dijo Han Sen. No quería exponer su identidad a nadie, y tampoco estaba interesado en saber quién era ella. A los ojos de Han Sen, esto no era nada más que una transacción.
—¿Podría llamarte entrenador? —dijo Qin Xuan. Creía firmemente que él era un maestro, por lo que ella entendió su deseo de mantener su identidad confidencial.