Luego de terminar sus tareas en la nave de guerra, Han Sen tuvo algo de tiempo para volver a Santuario de Dios.
Yang Manli había terminado de reclutar. Del ochenta al noventa por ciento de la gente que vivía en esa área se habían unido a la Banda Diosa que Han Sen había formado y firmaron contratos formales.
Aunque Han Sen debía proveer carne a costos bajos, no era nada comparado a lo que había obtenido. Cuando estuviera listo para conquistar el Refugio de Espíritus, todas estas personas deberían jugar su papel. Yang Manli le dijo a Han Sen que el reclutamiento no fue muy bien inicialmente. Pero ya que el Tío Qing fue el primero en unirse, todos lo siguieron.
Han Sen asintió y no dijo nada. Los Ning le estaban mostrando generosidad, pero no se atrevía a considerarlos amigos. Aún sabía muy poco sobre las cosas del pasado, así que no podía determinar si los Ning eran amigos o enemigos.
