Lu Bin también rugió, y pateó desde el piso, y sus patadas chocaron con las de Han Sen en el aire, haciendo estruendos sónicos.
¡Bum!
La fuerza de las patadas del aire eran demasiado fuertes incluso para Lu Bin, el inventor de Siete Muertes. Luego de patear cinco veces, Lu Bing casi no podía levantar sus piernas.
La testarudez del veterano hizo que levantara sus brazos, intentando bloquear las últimas dos patadas con los dientes apretados.
¡Bum! ¡Bum!
Con dos fuertes ruidos, las últimas dos patadas de Han Sen también fueron bloqueadas por Lu Bin. Sin embargo, sus brazos se rompieron en el proceso y quedó débil.
A estas alturas, Han Sen estaba por aterrizar. Lu Bin, quién sabía todo sobre siete muertes, sabía que era el momento perfecto para intentar un regreso. Han Sen había utilizado toda su fuerza y no tenía preparado otro movimiento. Además, estaba en el aire así que no había manera de que se defendiera.
