Han Sen estaba al final de su ingenio y este fue un momento que requirió todo su esfuerzo. Tenía una amiga en el precipicio de la muerte, y si quería salvarla, no podía contenerse. Convocó a todos los genonúcleos que poseía y activó el modo de espíritu del súper rey.
Sin embargo, antes de que Han Sen pudiera terminar su transformación, escuchó un grito. Entonces, una oleada de energía surgió de la cima de una montaña cercana. Ese poder fue como una onda expansiva o un tsunami que arrasó la tierra, derribando árboles y cortando rocas a medida que avanzaba. Parecía tener un objetivo también: el Dragón Demonio de la Muerte.
La feroz mantis lanzó sus cuchillas por el aire, reconociendo la fuerza que venía a por ella. Trató de balancearse y golpear la onda de poder en un intento de romperla.
¡Roar!