¡Tip! ¡Tip!
Gotas de lava del tamaño de cabezas humanas cayeron del cielo, trayendo consigo el poder ardiente del fuego. Bajo su encanto y belleza, escondían un poder aterrador.
La tierra siguió retumbando, y cada contacto entre la lava y el suelo causó explosiones que formaron enormes pozos. El bosque circundante también se incendió, lo que resultó en un horrible mar de fuego.
Las semicriaturas se veían diminutas en este fuego. Aunque hayan sido tocadas por tan solo un poco del fuego, ya su piel aceitosa se encendía, como si fueran antorchas.
Los aullidos de las semicriaturas resonaron, mientras que un olor abrumador a carbonizado impregnaba el aire. Combinado con el vasto mar de fuego, era como si este fuera el fin del mundo.