—¿Una leyenda? —para su sorpresa, Leylin no entró en pánico en lo absoluto al oír la noticia. En cambio, preguntó interesado: —Por favor, dime lo que sabes. Tenemos nuestro trato de compartir la información.
Xena lo miró con fastidio.
—Soros, el Coleccionista de Cadáveres es el verdugo honorario de la iglesia de Cyric. Disfruta torturar la mente de su objetivo, hace que se desmoronen y suiciden antes de tomar sus cuerpos. Saltó a la fama hace 281 años...
Xena hablaba como si estuviera haciendo un informe, inexpresiva y presentando a esa persona en forma general. Aun así, no pudo mantener esa fachada y terminó mirando seriamente a Leylin.
—¡Señor Leylin! Aún es joven y tiene un talento extraordinario. No es sólo un sueño para usted convertirse en una leyenda, pero debe aceptar la realidad. Prometa que se unirá a la iglesia de la Diosa Waukeen y se ocultará en el continente. Nuestra diosa lo protegerá...