—No te creo. Lo debes haber dicho a propósito, ¿verdad? —los ojos de Torash se movieron rápidamente hacia detrás de Leylin —. ¿Viste eso? Al oír tus palabras, ¡a tu noviecita se le ha roto por completo el corazón!
—¡Qué tonta! —Leylin ni siquiera se volteó—. Sin embargo, es hora de acabar con esto.
Leylin miró al cielo, los rayos de luz eran incluso más brillantes que el amanecer.
Los Magos eran seres inteligentes. Al amenazar a Leylin, Torash sólo albergaba una esperanza insignificante. Su propósito principal era el de retrasarlo hasta que otros discípulos pudieran ir a apoyarlo.
Los discípulos de la Academia del Bosque del Hueso Abisal, que se encontraban en el plano secreto, estaban en una enorme desventaja. Aquel era el segundo día, los discípulos enemigos ya se habrían reunido. Una vez que descubrieran a Leylin, comenzaría una escena en la que pedirían a gritos por su muerte.