—¿Intentan marcharse? —se burló Leylin mientras la daga salía volando de su mano. Con un grito violento, se clavó directamente en la espalda del asesino. Aquel era el hechizo de rango 0 Lanzamiento de Virote. Con los propios poderes de Leylin, la daga se había lanzado casi como el virote de una ballesta.
Se oyeron algunos susurros miserables antes de que el asesino se desplomara en el suelo. El otro asesino se sintió provocado por la muerte de su compañero y corrió aún más rápido.
Leylin también lo persiguió; parecía no haber notado a la figura oscura que se acercaba más y más. Aquellos dos asesinos eran la carnada, el verdadero golpe mortal vendría del líder que estaba oculto.
¡Pla! ¡Pla!
Leylin persiguió velozmente al asesino que se encontraba a la fuga. Estaba tan asustado que ya estaba fuera de sus cabales y se encontraba en el suelo luego de que Leylin lo golpeara algunas veces. Leylin desacomodó su mandíbula y rompió todas sus extremidades.