—¡Los ojos están donde está la esencia vital de la serpiente Mankestre, y parece que esta enorme serpiente está a punto de morir!
Murphy miró a la enorme serpiente, que estaba en sus últimos momentos, y dijo bastante desolado.
—¡Sé optimista, mi viejo amigo! —Leylin descubrió que en realidad no podía proferir palabras de consuelo hacia la desolación de Murphy.
Después de todo, las bajas, esta vez, fueron demasiadas De un grupo de aproximadamente 30 personas, los Guardias de Hierro Negro fueron eliminados por completo, y Murphy fue el único discípulo que sobrevivió.
Además, el Señor de la Ciudad y Gran Caballero, el Vizconde Jackson, resultó gravemente herido en este momento, y su vida corría peligro.
¡Y la fuente de todos ellos era esta enorme serpiente Mankestre!
—¿Señor de la Ciudad? ¡Cierto, Leylin! ¡Date prisa y mira a Jackson! —Murphy se golpeó la frente.
