—No les den importancia a estas personas. ¡Nuestra prioridad es entrar en la residencia!
El líder de los Magos Lucero del Alba miró a la gran cantidad de nobles y plebeyos que intentaban escapar y negó con la cabeza. Los dejó en manos de los elementales de fuego y se dirigió directamente hacia la residencia del Ojo Escarlata.
En algún momento, Saka llegó al lado de ese Mago y dijo con una sonrisa gentil: —Parece que tienes otras intenciones en esta operación conjunta. ¿No sería mejor para ti si me cuentas más? ¡Como aliados, esperamos brindar algo de apoyo!
Sin embargo, esa sonrisa parecía horrorosa al combinarse con su enorme estatura y su feroz rostro.
—No es gran cosa. Sólo tenemos algunos viejos enemigos ocultos entre la raza Emberwing y necesitamos encargarnos de ellos —respondió cortésmente el Mago Lucero del Alba.
—¿Oh? ¿Son Magos del otro mundo como tú? —preguntó Saka. Ese tema le interesaba.