—¡Gracias por salvar a Wook'ma, venerado Poderoso!
Además de la joven, otros dos seres de un sólo cuerno se adelantaron con el brazo derecho en sus pechos, haciendo una acción extraña.
—¿Puedo saber el nombre del Poderoso?
Leylin notó un brillo investigativo que se había ocultado bien en sus ojos. Incluso había rastros de sospecha, pero ya había ideado un plan.
—¡Soy Ley, de las personas aladas! Actualmente estoy viajando para aprender más sobre diferentes culturas, por lo que no hay necesidad de agradecerme. La gran voluntad de la lava fue la que orquestó todo esto...
Con los recuerdos de esa tribu de un sólo cuerno, el discurso de Leylin pudo ser como el de los aborígenes del Mundo de Lava, y su disfraz fue perfecto.
Las llamadas personas aladas eran un escudo que Leylin había encontrado para sí mismo.