—¿Qué está sucediendo exactamente? —Noah negó con la cabeza y aún se sentía un poco mareado.
—El Cazador de Demonios, Cyril, intentó obstaculizarnos, pero nuestro Mentor apareció a tiempo para salvarnos, ¡tan simple como eso! —Kesha se rio amargamente.
El gran nombre de Cyril, el Cazador de Demonios, resonó en sus oídos como un trueno. Se rumoreaba que ese infame y feroz ser haría que incluso el diablo más astuto se echara a llorar y lamentara haber nacido en ese mundo.
Un sudor frío recorrió su cuerpo por el simple hecho de pensar que habían caído en las manos de una persona así.
—Debería haberlo pensado antes. Nefas, la ciudad de los pecados, y la Tierra Olvidada están muy cerca y hay interacciones frecuentes entre su gente. Es imposible que las fuerzas en la Tierra Olvidada no estén en contacto con el Cazador de Demonios.