La partida de Leylin y compañía no causó mucha conmoción en el Clan Uróboros.
Los Hechiceros no pasaban todo su tiempo investigando. Aventurarse y explorar dimensiones de bolsillo también era algo normal para ellos. Por su longevidad, incluso si desaparecía por algunos años, su ausencia no llamaría la atención.
Los 12 Hechiceros de rango 3 suavizaron la terrible radiación y las ondulaciones de energía de sus cuerpos y partieron como si fueran una tropa de aventureros normal del continente central. Todos abordaron de forma discreta una aeronave en una ciudad cerca del Pantano Fosforescente.
Leylin estaba parado en silencio sobre la cubierta, mirando el ilustre símbolo de la Familia Fallor salpicado a lo largo del cuerpo de la aeronave.
Son realmente los gobernantes de los cielos. ¡Ellos solos dominan y monopolizan todo el transporte aéreo en el continente central!, Leylin suspiró sin inhibición alguna, desde lo más profundo de su corazón.