¿Eh? ¡Las cosas van mucho mejor esta vez! Leylin se sorprendió por un momento, y luego volvió a guardar silencio.
En medio de ese pensamiento, su símbolo de fuerza espiritual había vuelto a entrar en el espacio turbulento. Un viento del este pronto lo levantó, enviándolo hacia la distancia.
Lo que lo esperaba en la distancia era un fuego aterrador, cuya aura aumentaba lenta, pero seguramente.
A través de la respuesta del símbolo, Leylin vio vagamente un mundo incomparablemente enorme. Rodeando este mundo había una especie de membrana.
¿De Verdad? ¿La Dama de la Suerte está de mi lado? Aunque Leylin tenía sus dudas, continuó avanzando con su fuerza espiritual.
—¿Quién es? ¡Este es el Territorio del Rey de la Llama Ardiente, piérdete!
Se escuchó un fuerte estruendo, y Leylin sintió un aura poderosa que hizo que su símbolo se desmoronara.
¡Thump thump!
Leylin tropezó unos pasos hacia atrás, sangre brotaba de su nariz.