—¡Todos los obstáculos son inútiles! ¡A partir de hoy, los elfos oscuros gobernarán la Zona Ambigua! —murmuró Anya y una sombra gris oscura que nacía en su espalda se extendió sobre el lugar.
Dentro del mundo gris oscuro, las plantas y los animales perdieron la vida y se convirtieron en cenizas a un ritmo sorprendente.
—¡Dominio de Marchitamiento! —gritó Anya en voz baja y, dentro del dominio, un círculo de luz gris explotó desde los cuerpos de los Caballeros de la Araña Invernal Subterránea, lo que les permitió ser aun más audaces y feroces.
En cuanto a los enemigos que habían sido afectados por el dominio, pronto descubrieron que sus cuerpos estaban envejeciendo y su fuerza vital desaparecía.
—¡Un dominio falso! Anya, de principio a fin, siempre has estado un paso delante de mí.
El protector, que parecía un hombre de mediana edad, suspiró y luego disparó una gran cantidad de luz dorada que parecía un sol gigante.