El mayor problema que Leylin enfrentaba era que el veneno funcionaba demasiado rápido, y ni siquiera él tenía algún método para salvar a los envenenados.
El veneno de la Serpiente Gigante de Kemoyin no era una simple neurotoxina. Estaba mezclada con antiguos pensamientos y siniestras intenciones, lo cual dificultaba su disipación.
La razón por la que Leylin no tenía miedo era porque después de modificar su corazón, ahora se consideraba parcialmente una Serpiente Kemoyin Gigante. Naturalmente, no se vería afectado por su propio veneno, pero sería demasiado difícil para él salvar a alguien más.
Según sus estimaciones, incluso a un Mago de rango 3 le resultaría casi imposible lidiar con este veneno. Tal vez un Mago Lucero del Alba, de rango 4, tendría una solución para esto.
—Parece que no podré usar esta habilidad a mi antojo. Sólo podré usarla como último recurso.
Leylin forzó una sonrisa.