Cuando llegue el momento, estos Magos que me sobornaron antes desafortunadamente serán detenidos y acusados de ayudar al enemigo... Me pregunto qué expresión habrá en sus rostros cuando eso suceda, pensó Leylin para sí mismo mientras una sonrisa astuta aparecía en su rostro.
Sus pies no pararon de moverse hasta que llegó a un edificio que aún estaba siendo reconstruido. Ese fue alguna vez el centro de intercambio de puntos de mérito y, después de haber sufrido el ataque de los Magos Oscuros, del cual Leylin había sido el líder, se encontraba terriblemente destruido.
La mayor parte de la estructura principal había sido destrozada y, lo que era aún más grave, ¡la enorme pérdida de algunos almacenes de recursos!