¡Prrrrrrrr!
El mundo pareció detenerse en ese segundo.
Unos segundos más tarde, los alrededores volvieron a la normalidad.
La situación en este momento era como si se estuviera proyectando una película, pero de repente hubiera funcionado mal.
A continuación, una fuerte tormenta de energía se extendió en todas las direcciones.
En el centro de la tormenta de energía, las llamas negras y los rayos de luz blancos plateados luchaban constantemente, tragándose entre sí.
¡Criiiic!
En los límites de la batalla, donde Marb había instalado la prisión metálica, la jaula crujía constantemente en protesta por su intensa lucha.
Minutos después, la espantosa tormenta de energía se disipó.
Marb no tenía una sola lesión, e incluso su cabello estaba intacto. Miraba directamente en dirección de Leylin, agarrándolo con una sola mano.
—¡Lad! ¡Ven acá!