—¡Lluvia de fuego!
Desde lo alto de la espalda del Guiverno Venenoso, se escuchó la suave voz de Leylin.
Poco después, otra gran bola de fuego negra emergió de la nada sobre la fortaleza, y ¡bum! La bola de fuego explotó, dispersándose en gotas de fuego negro que parecían lluvia, extendiéndose por toda el área.
¡Sssss!
Un discípulo que había estado rodeando a Nyssa tuvo un breve contacto con una gota de fuego que le rozó el hombro, y antes de que pudiera emitir un sólo sonido, fue reducido a una pila de ceniza blanca.
—¡Co-Corran! —La voz del discípulo de la familia Lilytell flaqueó, con miedo aparente.
¡Shua Shua Shua!
Los discípulos que habían estado rodeando a Nyssa lucían como si hubieran visto un fantasma, evadiendo las gotas de fuego en el aire, aterrorizados.
¡Tss Tsss!
Una chispa negra cayó sobre los hilos plateados que ataban a Nyssa.