¡BUM!
Un huracán verde avanzó rápidamente hacia Jenna y formó un escudo verde que la protegió.
La mano derecha en llamas de Leylin colisionó con el escudo, produciendo un tremendo ruido.
—¡Tío, tío Manla! —Ella produjo una amplia sonrisa.
Junto con el fuerte ruido del viento, un hombre corpulento y rubio apareció frente a Leylin.
—¿Manla? —Leylin reconoció a este mago, a quien había conocido previamente una vez.
—Después de recibir tu transmisión, me apresuré. ¡Gracias a Dios que lo logré a tiempo! —Manla se paró frente a Jenna, mirando amenazadoramente a Leylin.
—¡En realidad te atreviste a hacerle daño a mi sobrina hasta este punto! Mi familia definitivamente no...
¡Prrrr!
Leylin no perdió tiempo, y antes de que Manla pudiera terminar su oración, envió numerosas bolas de fuego negras hacia él.
