—¿Qué misión? —preguntó Leylin sin expresión alguna. Sin embargo, si hubiera gente a su alrededor que lo conociera bien, serían capaces de decir cuán molesto estaba.
—El principal propósito de que vayas al plano secreto de las Planicies del Río Eterno es pasar información de la unidad interna del Jardín de las Cuatro Estaciones. ¡En momentos cruciales, debes coordinar con nosotros para destruir sus formaciones de defensa desde el interior!
El chico sonaba increíblemente arrogante, haciendo que Leylin se enojara más.
—Eso significa que estaría encubierto, ¿verdad? ¿Qué hay de ese acuerdo que firmé? Si traiciono al Jardín de las Cuatro Estaciones, seré castigado por el Ojo del Juicio, ¿no?
—De eso… el Jefe se encargará por ti —El chico obviamente no era sincero.
—En otras palabras, ¡no me estás dando garantía alguna y quieres que renuncie a mi vida por ti! ¿Ustedes piensan que soy tan fácil de intimidar?
