En el sótano poco iluminado.
Una débil bola de luz roja flotaba en el aire, emitiendo constantemente rayos rojos de luz de tono sangriento, lo cual causó que la iluminación del sótano fuera un poco sombría, proporcionando una atmósfera horrible.
El anterior Gran Caballero, Número 1, estaba acostado sobre la enorme mesa experimental de metal blanco.
Sus ojos estaban fuertemente cerrados y sus párpados se movían constantemente, como si lo estuvieran torturando en sus sueños.
Además, las marcas negras en su cuerpo parecían estar vivas, alargándose y acortándose constantemente mientras se agitaban. Además, lentamente protuberaban su piel, emitiendo un brillo rojizo oscuro mientras respiraba.