Los dioses contaban con la fuerza para voltear los cielos y la tierra. La habilidad divina de Leylin, Realidad Retorcida, ponía en ridículo a cosas como el talento innato o la aptitud.
Incluso mientras el niño estaba estupefacto, se manifestaron algunos cambios en el cuerpo de Lonce. Antes de que el jovencito tuviera el tiempo de expresar su gratitud, las palabras proféticas de Leylin terminaron y él se desmayó inmediatamente.
El incidente provocó un revuelo a su alrededor. Los sacerdotes vieron la huella que dejó Leylin en el niño y supieron qué hacer.
Seguramente obtenga otro fanático una vez que la noticia del final de Eric llegue a sus oídos... pensó Leylin acariciándose el mentón.