Mientras lanzaba este puñetazo, Xavier estaba excepcionalmente seguro de que había alcanzado la cima de su poder. Todo su poder, su sangre caliente, sus emociones, todo se había reunido en este único golpe, que contenía las esperanzas de Crowley, Bobbi, Clive y todo el resto.
Crowley había tenido una mejor oportunidad de romper estas perlas. Sin embargo, Xavier sabía muy bien que él mismo no era lo suficientemente poderoso como para detener al Árbol de la Vida. Si cambiaban de lugar, él ni siquiera tendría la oportunidad de levantar el puño. El Árbol de la Vida lo eliminaría instantáneamente, y Crowley perdería su oportunidad de atacar.
Por eso Crowley y el resto habían puesto sus esperanzas en el mundo, y Xavier lo entendió lo suficiente como para lanzar todo su golpe. Estaba seguro de que hasta un fuerte hecho completamente de acero sería destruido por este golpe.
¡Clang!
Su puño chocó con la pared exterior de la perla, pero no hubo ningún daño.