Después de muchas discusiones, los principales Magisterios en la costa sur habían acordado por unanimidad restringir el avance a Mago Oficial.
Bajo el alcance del contrato, todos los gremios deben acatarlo solemnemente, para controlar el avance del discípulo a Mago Oficial. Incluso si era la Academia o la familia la que absorbía a los novatos, debían jurar estricto secreto.
Hubo una excepción: ¡información encontrada dentro de artículos y lugares históricos!
En la expansión de la costa sur, había muchos vestigios de los restos de los Magos.
Todos ellos estaban ubicados en lugares extremadamente peligrosos. Los Magos Oficiales inclusive tuvieron que arriesgar sus vidas para buscar un poco de ellos.
Además, incluso si fueran restos, uno no podría estar seguro de su contenido.
Tomemos a Leylin, por ejemplo; gastó previamente una incontable cantidad de recursos y esfuerzos, pero al final no obtuvo nada. Era una situación extremadamente común.