Leylin no tuvo tiempo de preocuparse por los eventos de afuera. Actualmente se encontraba inmerso en un estado extremadamente peculiar.
Convertirse en un semidiós era tan difícil como escalar al cielo, pero no fue un problema para Leylin. Había acumulado suficiente fuerza divina hacía tiempo, pero le faltaba un punto de inflexión. Ese punto de inflexión apareció hoy. La inmensa presión de cuatro semidioses mayores, le permitió romper sus límites y encender su Fuego Divino.
Convertirse en un semidiós requería una cooperación con las leyes del mundo. Fue una experiencia muy valiosa para Leylin.