—Bresle, ¿también tienes un clon divino de oscuridad? —dijo el comandante del Ejército Tortuga Negra, Wilhelm, sorprendido.
Linley rio con calma a medida que miraba a Wilhelm, y luego dijo: —Wilhelm, como comandante del Ejército Tortuga Negra, no has estado recopilando información lo suficientemente precisa. Ni siquiera sabías que tenía un clon divino de oscuridad.
—Soberano, su subordinado fue negligente.
Se inclinó rápidamente.
Bresle también se inclinó.
—Soberano, aparte de todos los presentes, hay menos de cinco personas que conocen mi clon divino de oscuridad, y, de hecho, es un secreto. Como me he convertido en su Emisario, naturalmente, no mantendré ese secreto de usted.
Linley asintió a medida que sonreía.
—¿Qué tan lejos está tu clon divino? ¿Cuánto tiempo necesitará para volar hasta aquí?
—No muy lejos. Diez días más o menos.
