El cielo estaba oscuro. Ya había anochecido.
Esa noche, el Bautismo Ancestral iba a comenzar. Dentro del barranco de las Montañas Rito del Cielo, Linley estaba esperando pacientemente. Apenas un tiempo después, Linley vio a un guerrero vestido en armadura azur volar desde el aire hacia ahí.
—¿Quién es Linley? —gritó el guerrero.
Linley sintió una oleada de alegría. Inmediatamente se elevó a saludar al hombre.
—Soy Linley —rio.
El guerrero de armadura azur lo miró. Después de un escrutinio corto y cuidadoso, no pudo evitar fruncir el ceño y ladrar—: Deja de bromear. Todo aquel que va al Bautismo Ancestral tiene menos de un siglo de edad. Eres un Dios. ¿Puede ser que tengas menos de un siglo de edad? Rápido, ve a llamar a Linley.
No sabía si reír o llorar. Parecía haber sido tomado por un impostor.