—¡Detente ahí mismo!
Un grito explosivo resonó.
Pero el grupo de Linley lo ignoró por completo, continuando avanzando.
—Hay pelmazos dominantes por todas partes. Es mejor no involucrarse con ese tipo de persona.
Delia usó su divino sentido para hablar con Linley.
—Yo entiendo.
Él tampoco quería seguir involucrándose con ese Crompton. Él quería salir del Castillo Demonio inmediatamente.
Él quería irse, pero el hombre no lo dejó.
*¡Swish!*
La figura de Crompton apareció de repente frente a Linley, bloqueando su camino.
Linley, Delia y Bebe tenían un aspecto desagradable en sus rostros, especialmente Bebe. Si no hubiese sido por el hecho de que Linley había usado su vínculo espiritual para gritarle, él ya habría explotado.
—Crompton, acaban de llamarte basura. ¿Por qué no estás haciendo nada al respecto?
