—¿Su Majestad Real?
Linley miró hacia él.
Vestido con una resplandeciente armadura dorada, de cuerpo alto y musculoso, el rey era un hombre de mediana edad con una cabeza llena de cabello dorado parecida a la de un león. Ese hombre no era solo el rey del Reino de Fenlai, también era un guerrero de noveno rango. Eso era inconcebible.
Como ciudadano del Reino de Fenlai, Linley hacía tiempo que había escuchado hablar alabanzas sobre el orgullo de Fenlai, el legendario 'León Dorado', Clayde. Que un reino tuviese un rey, que además era un extremadamente poderoso guerrero, sin duda, sería una enorme fuente de orgullo para los ciudadanos de ese reino.
En la plaza del Templo Radiante, más de cien mil personas estaban ahí, observando. En frente de la estatua de ángel, el Emperador Santo, los Cardenales, los sirvientes de túnica blanca, y los caballeros guardianes del Templo Radiante estaban esperando tranquilamente de pie. Entre todas esas personas, sin dudas, el Emperador Santo era la figura más deslumbrante.
Los miembros de los seis clanes reales de los seis reinos, así como todos los duques de los varios ducados, estaban tranquilamente de pie también.
De repente.
Con el Emperador Santo en el centro, una oleada de pura y ondulante luz emanó repentinamente hacia afuera, expandiéndose por toda la plaza. Toda la plaza llena de personas cayó en silencio, y sobre el rostro de todos, una calmada y pacífica sonrisa apareció, ya que ellos sentían que sus corazones y mentes estaban cómodos.
—Qué terroríficamente poderoso, que él sea capaz de emitir tan fácilmente una oleada de luz que hace que más de cien mil personas se sientan cómodas es algo asombroso.
Como un mago en sí mismo, Linley podía decir inmediatamente cuan poderoso era ese Emperador Santo.
Toda la plaza estaba tan silenciosa que el sonido del viento podía ser escuchado.
—¡En el nombre del Señor[1]! —dijo tranquilamente el Emperador Santo, pero su voz llegó a todo el mundo y agitó sus almas.
Todos los presentes en la plaza podían sentir la majestuosa presencia que emanaba desde el Emperador Santo. Linley, tampoco tuvo oportunidad alguna de resistir esa presión, y él obedientemente se inclinó para hacer una reverencia. La fuerza de esa presencia asombrosa emanando desde el Emperador Santo era incluso más terrorífica que la presencia la cual emanaba de esos dos combatientes de nivel Santo que batallaron en el cielo sobre el pueblo de Wushan, y también era más terrorífica que la de ese Dragón Negro.
Ese tipo de presencia no necesitaba obligar a otros a hacer nada. Su naturaleza causaba que las almas de las personas sintiesen veneración y adoración hacia ella.
¡Era la presencia de una deidad!
En toda la plaza, además del Emperador Santo, los demás, incluyendo a los cien mil espectadores, los Cardenales, y los reyes, se inclinaron en reverencia al escuchar al Emperador Santo hablar.
—Ustedes pueden ser bendecidos con el amor, la amabilidad, y la benevolencia del Señor.
La voz del Emperador Santo no parecía muy alta, pero agitó los cielos y la tierra, causando que las almas de todos temblasen.
Incontables rayos de luz sagrada emanaron desde la cima del Templo Radiante, bañando a cada persona con su brillo. Todo el mundo en la plaza sintió que sus corazones se calmaban de repente, y sus cuerpos se sentían más cómodos que antes de tocar esa luz. Todo el mundo estaba extremadamente solemne y respetuoso.
—El Señor los bendice con paz y amor.
Al mismo tiempo, una gloriosa aura comenzó a emanar desde el Emperador Santo.
—Hijos del Señor, pueden admitir vuestros pecados. Señor, déjanos genuinamente reflejar y arrepentirnos de nuestros errores en el pensamiento, acción, y habla. Señor tome pena de nosotros y perdone nuestros pecados, y concédanos la vida eterna.
Instantáneamente.
Todo el mundo pareció ser llenado con el sonido de una canción sagrada, la cual todos los fieles a la Iglesia Radiante de inmediato comenzaron a cantar. El sonido de los fieles cantando, combinado con la canción sagrada emanando desde los cielos, llenó los corazones de todo el mundo con reverencia y solemnidad.
...…
La misa fue extremadamente complicada. Comenzó con arrepentimiento, procedida con la pena de Dios, pasó a las canciones de alabanza, cantada por unos oradores, luego palabras de agradecimiento, antes de finalmente terminar con un coro.
La gran mayoría de las personas en la plaza eran seguidores de la Iglesia Radiante, y bañados por el brillo radiante del Templo Radiante, casi todo el mundo estaba en silencio. Incluso esas personas que realmente no creían en la Iglesia Radiante estaban sinceramente conmovidas por lo que veían. Cuando las canciones del coro terminaron, todo el mundo despertó finalmente. En ese punto, ya era mediodía.
Con la misa concluida, todos los presentes comenzaron a irse.
Agarrados de la mano, Alice y Linley estaban caminando juntos.
—Hermano mayor Linley, ¿cómo te sientes? ¿No te sientes más cómodo?
Linley negó con la cabeza y dijo: —Fui influenciado por la atmósfera, al punto donde ni siquiera podía pensar con claridad. Tal vez esos quienes no son mentalmente fuertes y necesitan algo externo en que confiar realmente les gusta ese sentimiento, pero personalmente hablando, a mí no. Me desagrada ser influenciado por factores externos.
Él tenía que admitir que, durante la misa, Linley había sido afectado, y casi se perdió a sí mismo dentro de esa cómoda aura.
Pero Linley había, después de todo, luchado su camino a través de la Cordillera de las Bestias Mágicas y sobrevivido. Después de que la misa terminase, despertó de inmediato. Recordando lo que había acabado de pasar, él estaba aterrorizado. El poder seductor de la Iglesia Radiante era realmente muy espantoso.
—¿Influenciado? No. El Señor es como nuestro padre y madre. Todos somos hijos del Señor, y somos bendecidos con la benevolencia y el amor del Señor. Hermano mayor Linley, ¿cómo puedes pensar una cosa así?
Alice estaba un tanto descontenta.
Alice había crecido en la Ciudad de Fenlai desde pequeña, Como la Capital Santa, cada año, durante el Festival Yulan, la Ciudad de Fenlai ponía en acción ese tipo de misa a gran escala. La vasta mayoría de los ciudadanos en la Ciudad de Fenlai eran seguidores de la Iglesia Radiante. Alice, también había sido creyente de la Iglesia Radiante desde que era niña. Ese tipo de creencia espiritual no era nada que pudiese ser fácilmente cambiada.
—Alice, no puedes pensar así. El poder y habilidades que tienes actualmente, ¿no son todos productos de tu propio esfuerzo y entrenamiento? ¿Cómo pueden ser legados a ti por el Señor? Si el Señor es benevolente hacia ti, ¿por qué te dio un padre y madre como los que tienes? —cuestionó.
Linley sabía muy bien cual era la situación familiar de Alice.
Alice no pudo evitar caer en silencio. Ella miró a Linley.
—Hermano mayor Linley, iré a casa ahora. No hay necesidad de que me acompañes.
Girando, Alice de inmediato se dirigió en dirección a su casa. Viendo a Alice partir, Linley se sintió infeliz y ahogado. Girando su cabeza, él vio el Templo Radiante, el cual llegaba hacia las nubes. Esa Iglesia Radiante realmente causa mucho daño.
...…
Era muy normal para los jóvenes amantes tener un pleito. La próxima vez que Alice y Linley se encontraron, estaban locamente enamorados el uno del otro, otra vez. Ambos decidieron sabiamente refrenarse de discutir sobre religión. Ellos originalmente se encontraban dos veces al mes, pero en lo profundo de su ardor, incluso se llegaron a encontrar cuatro veces al mes. Su relación se hacía tan cercana que ellos incluso comenzaron a dormir juntos, a pesar de que nunca rompieron la barrera final.
Alice decía: —Mi primera vez tiene que ser en mi noche de bodas.
Ese segundo año, durante la mitad del año 9998 del calendario Yulan, fue un gran momento en la relación entre Linley y Alice.
Pero por supuesto, cualquier relación a largo plazo tiene algunos problemas.
Año 9998 del calendario Yulan, 29 de septiembre.
—Eh… hay algo que Alice me está escondiendo y no quiere decirme.
Linley estaba caminando con sus tres hermanos en las calles de la Ciudad de Fenlai. Recordando la última reunión descontenta de Alice y él, Linley se sintió muy desesperanzado.
Alice y Linley crecieron en circunstancias diferentes, y también tenían muchas ideas diferentes sobre las cosas. Lo más importante de todo… Alice era muy independiente, una chica de mente fuerte. Ella definitivamente no era del tipo que se comprometía fácilmente con otros. Lo que hizo a Linley más desesperanzado era que Alice era una calabaza cerrada que guardaba todos sus pensamientos.
—Tercer hermano, ¿tú y Alice han discutido otra vez? —bromeó Yale desde un lado.
George y Reynolds también comenzaron a reír. Reynolds dio una palmada en el hombro a Linley y dijo: —Linley, siento que te importa demasiado esa Alice. Ten cuidado, no dejes que tu corazón sea herido gravemente si rompen. Mírame; he tenido más de diez novias diferentes hasta ahora. ¡Cuán relajada y fácil es mi vida!
Linley miró a Reynolds, sin habla.
—Cuarto hermano, cuida tus palabras. El tercer hermano está intentando hacer de Alice su esposa.
Yale soltó una carcajada. Después, él también palmeó el hombro de Linley.
—Pero tercer hermano, tengo que decirte, como hombre, que hay una plenitud de mujeres afuera esperando por ti. No necesitas restringirte tanto.
Linley sonrió pero no habló.
Dentro de la Ciudad de Fenlai, Linley se despidió de sus tres hermanos y se dirigió hacia la Calle Árida y hacia la residencia de Alice.
—Tío Hudd.
Linley llamó cálidamente al guardia de pie en frente de la casa de Alice. En ese punto, Linley y Alice ya se habían vuelto extremadamente cercanos, así que él se había vuelto conocido del guardia.
Hudd rio conforme vio a Linley.
—Oh, Linley. ¿Estás aquí para ver a la Señorita Alice? Desafortunadamente, la Señorita Alice aún no ha vuelto. Ella ya debería haber vuelto. No estoy seguro de qué está pasando.
—¿Aún no ha vuelto?
Linley estaba aturdido.
Pero entonces, Linley sonrió hacia Hudd.
—Entonces solo esperaré por un tiempo. Apuesto a que volverá pronto.
Linley se dirigió hacia el bar localizado cerca de la residencia de Alice, hizo una orden de su vino de jade preferido, y comenzó a beber mientras esperaba tranquilamente.
[1]Haciendo referencia al dios de la iglesia.