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Chapter 80 - Capítulo 80 - La Rosa en Invierno (Parte 2)

Junto a Alice, Linley se sentía verdaderamente alegre desde el fondo de su corazón. De esa manera, toda una noche pasó. Ni Linley ni Alice se sentían cansados en lo absoluto, a pesar de haber pasado toda la noche charlando.

Cuando el sol comenzó a subir, el horizonte comenzó a brillar con un suave color azul.

—El sol está saliendo. Alice, tengo que irme.

Linley se puso de pie.

—Está bien —respondió Alice.

Alice también se puso de pie, observando a Linley con una expresión un tanto reacia. Linley sonrió, y se despidió, luego flotó hacia la calle como una hoja, su cuerpo estaba rodeado por flujos de aire.

Después que Linley llegó al Paraíso del Agua de Jade, él esperó a que sus hermanos se despertasen, en ese punto, él fue 'interrogado' por Yale y los otros dos.

Después de regresar al Instituto Ernst, Linley continuó siendo tan estudioso como siempre. Pero cuando estaba libre, a menudo pensaba en Alice. Linley tenía ciertos sentimientos; él había sido golpeado en el corazón por el dios del amor.

Calendario Yulan, año 9997, 29 de noviembre. Noche.

Alice había salido muy temprano para esperar afuera de la puerta de su residencia. Después de esperar por un tiempo, vio la figura familiar de Linley haciendo su camino desde la Calle Árida. De inmediato, ella corrió hacia él.

—Hermano mayor Linley —gritó con mucha emoción. Ellos no se habían visto por todo un mes. Después de ser capaz de verlo finalmente, Alice era un poco incapaz de controlar su emoción.

En su corazón, Linley también se sentía más que emocionado. Después de todo, había pasado un mes desde la última vez que se encontraron. Pero hoy, él se sentía especialmente feliz.

—A pesar de que no le dije a Alice que vendría a verla, ella salió a esperar por mí hoy.

La última vez, después de charlar con Alice, Linley descubrió que los días de descanso del Instituto Wallace eran los días 1 y 2 de cada mes. Alice se estaba saltando sus clases a fin de encontrarse con él. Linley entendía completamente que es lo que eso significaba.

—¡Linley, vamos! Esta vez, tienes que ser un poco más valiente —la voz de Doehring Cowart se escuchó en la mente de Linley.

Linley también había hecho secretamente su decisión. Después de todo él no quería esperar otro mes.

—Alice, ¿por qué hoy estás afuera en vez de estar en tu balcón?

Linley y Alice estaba hablando lado a lado en la calle. Alice rio.

—No podemos estar escondiéndonos siempre en mi balcón, ¿no es así?

Pensando en como los dos habían estado escondidos en la esquina de un balcón, Linley no pudo evitar reír.

—Cierto. Si no vas a casa en la noche, ¿tu padre no se preocupará? —preguntó Linley.

—¿Él? —Alice frunció los labios—. Mi padre es un borracho y también es un jugador compulsivo. Él ni siquiera sabe cuándo estará en casa, mucho menos yo.

—Hermano mayor Linley, crecí en la Ciudad de Fenlai. La Ciudad de Fenlai es una ciudad muy grande. Probablemente no has estado en muchos lugares. Vamos, te mostraré los alrededores.

Alice rio.

Linley y Alice caminaron juntos y charlaron, ellos ignoraron totalmente a las personas que estaban en las calles.

—Oh, ¿está nevando? —Alice levantó su cabeza para mirar al cielo nocturno y vio como partículas blancas bajaban gentilmente—. Me encanta la nieve. Esta es la primera nevada de este año.

—También me gusta la nieve.

Linley levantó su cabeza, permitiendo que la nieve se recolectara y se disolviese sobre su rostro.

Ser capaz de caminar con una chica que le gustaba en una noche de nevaba era algo muy romántico. Ambos continuaron su lento paseo en las calles de la Ciudad de Fenlai.

—Hermano mayor Linley, ¿tienes novia? —preguntó de repente, antes de decir con un tono suave—. Hermano mayor Linley, eres muy asombroso, de seguro debes tener una.

—No, definitivamente no —dijo Linley rápidamente.

Al escuchar esas palabras Alice cayó en silencio.

Linley estuvo indeciso por un tiempo, pero finalmente soltó su pregunta.

—Alice, ¿tienes novio?

El rostro de Alice de inmediato se tornó rojo. Incluso su cuello estaba rojo. Pero en la noche oscura, no había forma de que Linley lo viese.

—¿Cómo podría tener novio? ¿Quién me querría como su novia?

—Oh…—Linley tomó un respiro profundo, diciendo de repente—: Entonces, ¿qué hay sobre ser mi novia?

—Um…

Alice alzó la mirada y observó a Linley con sorpresa, como si hubiese sido aturdida torpemente. Linley solo estaba charlando casualmente con ella hace un momento. Todo fue muy repentino, él le hizo esa pregunta, atrapándola con la guardia baja.

En la Unión Santa, era muy normal para los jóvenes tener novios o novias. Muchas compañeras de clases de Alice ya tenías novios, y ella también pensaba en tener uno.

Pero ella no esperaba que Linley le preguntase de una manera tan directa.

—¿Quieres que yo sea tu novia? —preguntó Alice.

En ese momento, Linley sentía que su corazón estaba latiendo tan frenéticamente que estaba a punto de explotar en su pecho. Incluso cuando enfrentaba batallas de vida o muerte en la Cordillera de las Bestias Mágicas nunca había estado tan frenético.

—Sí, ¿estás dispuesta?

El rostro de Alice estaba totalmente rojo en ese punto. Ella miró a Linley.

—Hermano mayor Linley, honestamente, quizás no soy tan buena persona como crees que soy.

—Confío en mi juicio. Alice, ya te pregunté. ¿Estás dispuesta?

Linley estaba a punto de volverse loco. ¡Él quería saber la respuesta de Alice, ya! Incluso la voz de Linley estaba temblando.

Alice estuvo en silencio por un tiempo y entonces asintió gentilmente.

—Sí.

Emocionado, Linley no pudo evitar envolver a Alice en un profundo abrazo. Avergonzada, Alice enterró su rostro contra el pecho de Linley. Solo entonces, Linley notó que había una florería a un costado de ellos.

Momentos después…

—Alice, toma.

Alice levantó su cabeza en respuesta y conforme lo hizo, vio una rosa brillantemente hermosa en frente de ella.

Su rostro se ruborizó, y aceptó la rosa. Observando a Alice, Linley pensó que la rosa complementaba perfectamente con su rostro ruborizado. Ella era indescriptible y conmovedora. Esa imagen se enterraría en la mente de Linley por siempre.

Tomando a Alice por la mano, ambos continuaron su caminata.

Los copos de nieve continuaron volando. Los dos jóvenes pasearon lentamente sobre las calles nocturnas de la Ciudad de Fenlai. La rosa en la mano de Alice era muy hermosa y vibrante.

En una de las habitaciones superiores del Paraíso del Agua de Jade, habían siete personas; Yale, George, Reynolds, y cuatro hermosas señoritas.

—No sé lo que le pasa al tercer hermano. La última vez también desapareció por toda una noche. Esta vez, tampoco ha vuelto.

Yale negó con la cabeza sin poder hacer nada.

—Oigan, ese tipo se parece al tercer hermano —Reynolds, que estaba sentado al lado de la ventana, de repente soltó un grito lleno de sorpresa—: Y está agarrado de manos con una chica. ¡Maldición! El tercer hermano se las arregló para encontrar tal belleza detrás de nuestras espaldas.

*¡Whoosh!*

Yale y George también corrieron hacia la ventana, mirando hacia Linley que estaba en la calle.

En ese momento, Linley, que estaba borracho por los hermosos momentos del amor de los jóvenes, ¡ni siquiera notó que habían llegado al Paraíso del Agua de Jade! Linley y Alice pasaron frente al Paraíso del Agua de Jade y continuaron caminando sobre el Camino del Pabellón Fragrante.

—Hombre, ¿cuándo el tercer hermano se volvió tan formidable?

Los ojos de Yale estaban echando chispas.

George y Reynolds también estaban emocionados. Reynolds de inmediato sugirió: —Jaja, cuando el tercer hermano vuelva, tenemos que aplicarle un interrogatorio adecuado.

...…

A la mañana siguiente, Linley regresó con felicidad a la habitación superior en el Paraíso del Agua Jade. Por sus hábitos, Reynolds y Yale deberían haberse retirado a sus propias habitaciones privadas con sus bellezas. Pero…

Al abrir la puerta, Linley miró dentro con sorpresa.

—Jefe Yale, ¿por qué están todos aquí?

—¿Preguntas por qué estamos todos aquí?

Reynolds soltó una carcajada. Miradas intrigantes también yacían en los rostros de George y Yale, y ellos comenzaron a moverse más cerca de Linley.

—¡Dinos! —Reynolds lo miró—. ¡¿Quién era esa belleza con la que estabas anoche?!

—¡Rápido, dinos!

Yale y George también demandaron.

—¿Qu… Ustedes…?

Linley estaba totalmente estupefacto.