Linley salió del salón principal, luego caminó pasando el corredor para llegar a la zona vacía y cubierta de hierba.
Respiró hondo, sintiendo el suave viento soplar en su contra. Una sonrisa apareció en su rostro, como si hubiese sido liberado de una pesada carga.
—Molde en realidad me golpeó tan duro antes de morir. Realmente causó problemas interminables. Sin embargo, ahora que los diversos Soberanos lo han discutido, ese asunto debería llegar a su fin. ¡A menos que aparezca ese tercer talismán o aparezca el Decreto Dios Supremo!
—¡Jefe!
Bebe corrió hacia él, sorprendido y en deleite.
—Padre.
Taylor, Sasha y los demás también se acercaron desde muy lejos.
Linley miró a su familia y amigos.