Linley atravesó la Avenida Dragón, volando hacia abajo y llegando rápidamente a las Montañas Rito del Cielo. Vio a Olivier ahí, flotando en el aire fuera de la cordillera.
Al lado de la ubicación donde Olivier estaba flotando, también había un floreciente árbol de corteza férrica. Sus lustrosas hojas metálicas similares a cuchillos, bajo la luz del Sol de Sangre, parecían aterradoras. En cuanto a Olivier, su cabello blanco y negro estaba despeinado y algo revuelto. Su rostro estaba pálido. Parecía bastante desanimado. Frente a él estaba un joven de cabello negro.
—¿Qué le pasó a Olivier? —Linley, al ver eso, no pudo evitar fruncir el ceño—. Parece bastante deprimido.
En su mente, Olivier era un experto que siempre se esforzó por alcanzar el pináculo y que no le tenía miedo a la soledad. Incluso en las situaciones más extremas, él no debería ser el tipo de persona que se deprimiese y se rindiese. Por lo tanto, la escena frente a él lo desconcertó.