En la noche. Los cuatro hermanos del dormitorio 1987 estaban caminando por la oscura y silenciosa calle del Instituto Ernst, hablando casualmente sobre lo qué había pasado en los dos meses pasados.
—¿Tan cruel fue?
Reynolds, asombrado, tiró de la camisa de Linley. Al ver todas las cicatrices que cruzaban su pecho Linley, no pudo evitar aguantar la respiración. El cercano George también estaba en silencio.
Solo Yale fue capaz de reír.
—Jaja, ustedes no tienen experiencia. Cuando era un niño, vi algo peor que esto.
—Jefe Yale, ¿hablas en serio? —dijo Reynolds con asombro.
Yale sonrió con orgullo.
—Por supuesto que hablo en serio. Y también lo he visto unas cuantas veces. Por ejemplo, matar prisioneros con tortura. O personas reales luchando contra bestias mágicas con sus manos desnudas. Cuando ellos luchaban contra las bestias, eran rodeados por un anillo de espectadores ricos. La vista era realmente sangrienta.
Al escuchar las palabras de Yale, Linley fue capaz de imaginarse la escena en su mente.
—Es bueno estar en el campus —suspiró George.
Linley también asintió en acuerdo. En ese momento, muchas parejas podían ser vistas caminando en el camino, algunas agarrándose de las manos, otras sentadas juntas en la espalda de una bestia mágica. La vida en el campus era muy tranquila.
—Cierto. Jefe Yale, ¿no vas a pasar tiempo con tu novia? ¿Por qué no te has alistado para irte? —dijo Reynolds de repente.
Yale dijo con insatisfacción: —¿Novia? Mi hermano acaba de volver de la Cordillera de las Bestias Mágicas después de encontrarse con muchas situaciones de vida o muerte. ¿Y quieres que vaya a pasar tiempo con mi novia? Reynolds, tienes que recordar estas palabras: Los hermanos son como tus brazos y piernas, mientras que las chicas son como tus ropas. Solo son buenas para jugar.
Una mirada de desdén apareció de inmediato en el rostro de Reynolds.
—¡Linley! —una voz de sorpresa se escuchó de repente a lo lejos.
Linley y los otros giraron sus cabezas y vieron como una hermosa joven mujer con cabello dorado, alta y delgada corría hacia ellos con felicidad. Al llegar al frente de Linley, ella exclamó en sorpresa: —Linley, ¿has vuelto de la Cordillera de las Bestias Mágicas? Eso es maravilloso. Desapareciste por dos meses completos. Estaba muy preocupada. ¿Estás herido?
—Delia, estoy bien.
Linley reía mientras respondía.
Delia era alguien que Linley había conocido cuando se inscribió en la escuela. Ellos eran muy cercanos el uno al otro. Cuando él estaba junto a Delia, Linley podía sentirse completamente relajado, y sin ninguna presión mental. Era justo como cuando él estaba con sus tres hermanos.
—Delia, el carruaje de nuestro tío está afuera esperándonos. No malgastes el tiempo —una voz fría se escuchó.
Girando su cabeza, Linley vio a un joven vestido con una túnica larga de pie a unos metros. Era el hermano mayor de Delia, Dixie, uno de los dos genios del Instituto Ernst. La túnica de Dixie estaba extremadamente limpia y ordenada, sin una sola mancha. Sus ojos también eran muy claros y tranquilos.
—Oh…—soltando un sonido decepcionado, Delia observó a Linley—. Linley, mi padre nos pidió a mi hermano y a mí que volviésemos. Nuestro carruaje está afuera esperando por nosotros. Tengo que irme ahora.
—Muy bien, Delia. Podemos charlar cuando vuelvas.
Linley sonrió mientras respondía.
—Bien. Adiós.
Delia claramente se sentía más que decepcionada al no tener más tiempo para charlar con Linley. Dixie caminó hacia ellos también. Él solo miró a Delia, y Delia de inmediato comenzó a caminar hacia él. Pero entonces, Dixie se giró a mirar a Linley.
—Linley, escuché sobre tu exitoso regreso de tu viaje de entrenamiento en la Cordillera de las Bestias Mágicas. Felicitaciones.
Linley estaba aturdido.
Ese Dixie, ¿en realidad estaba hablándole?
La frialdad y el distanciamiento de Dixie eran legendarios en el Instituto Ernst. Muchas personas se sentían bajo una enorme presión estando cerca de Dixie, especialmente cuando sus fríos y claros ojos caían sobre ellos. Ese tipo de presión psicológica era suficiente para causar que algo se rompiese bajo esa tensión.
—Oh. Gracias —respondió Linley.
Dixie asintió casi imperceptiblemente, y entonces escoltó a su hermana hacia las puertas de la escuela.
...…
Austoni observó cuidadosamente a Linley, suspirando en asombro
—Linley, debo decir que realmente eres un genio, ¡un súper genio! Un joven de quince años que es un genio entre los genios en la academia de magos número uno en todo el continente Yulan, y también alguien que ha llegado a un entendimiento increíblemente alto en el arte de esculpir roca. Que seas capaz de hacer todo eso es un milagro.
Continuó: —Poniendo a un lado el hecho de que eres un mago genio, incluso en el mundo de los artistas, en este día y era, de entre los muchos escultores calificados para ser invitados por nosotros a abrir una exposición privada en el Salón de Expertos el que menos edad tiene posee al menos cuarenta años. Eres el más joven. Incluso en toda nuestra historia, hay solo dos genios sin paralelo que se igualan a ti. Pero la diferencia es… que no solo eres un genio escultor, también eres un genio mago. Wow… qué genio.
Las palabras de halago de Austoni causaron que Linley se avergonzase y no supiese qué decir.
—Austoni, deja de malgastar el tiempo. Apúrate y termina. Nosotros cuatro vamos a salir a divertirnos —urgió Yale.
Solo en ese momento Austoni pareció volver a sus sentidos. Rápidamente sacó una pila de documentos y retiró una tarjeta de cristal mágico plateada. Sonriendo, se la presentó a Linley: —Linley, esta tarjeta de cristal mágico fue diseñada especialmente por el Banco Dorado de los Cuatro Imperios. Representa que eres uno de nuestros expertos escultores. En el futuro, cualquier proceso y ganancia en la venta de tu arte será transferido directamente por nosotros hacia el balance de esa tarjeta.
—Esa tarjeta de cristal mágico plateada no tiene un propietario. Usa tu huella digital para sellarla. En el futuro, puedes usarla.
Austoni le dio la tarjeta de cristal mágico respetuosamente a Linley, entonces dijo con un tono ansioso: —Linley, ¿podría preguntarte si has traído algunas esculturas para nosotros esta vez?
Linley asintió ligeramente con la cabeza.
—Tengo tres en total.
La sonrisa de Austoni de inmediato se volvió incluso más radiante.
...…
En la noche. Dentro del Paraíso del Agua de Jade. Linley, George, y dos cortesanas estaban ahí por sí mismos, bebiendo mientras hablaban y reían. En ese punto, Reynolds y Yale ya se habían retirado a sus habitaciones con sus cortesanas.
—Cielos, esos dos, el jefe Yale y el cuarto hermano…—Linley bebió una copa de vino mientras hablaba con George, que estaba en medio de risas y charlas con su chica—. Segundo hermano, mi cabeza se siente un poco mareada. Voy a salir por un poco de aire fresco.
—Seguro —respondió George, luego continuó charlando con su compañera.
Bajando las escaleras, Linley dejó directamente el Paraíso del Agua de Jade. Al partir de las animadas premisas, Linley de repente sintió un frío y refrescante viento nocturno que soplaba sobre él, ayudando a aclarar su mente. Comparado al Paraíso del Agua de Jade, afuera estaba mucho más calmado y más tranquilo. Linley comenzó a dar una caminata casual alrededor de las calles de Ciudad Fenlai.
La fría brisa de la noche era muy refrescante.
Había algunas mansiones nobles alineadas en las calles, pero comparadas al Camino Verde Hoja, las mansiones en esa calle, Calle Árida, estaban claramente a un nivel más bajo. Y en el balcón de una mansión de dos plantas en particular, Alice estaba de pie, disfrutando la briza nocturna.
Mirando la brillante luna en el cielo vacío, Alice no pudo evitar pensar en Linley, quien había salvado su vida.
En ese momento, cuando ella había caído en la desesperación, él había descendido desde los cielos y aniquilado a ese Cerdo de Guerra Sangriento, salvando su vida. Esa acción la había agitado profundamente. Se podía decir que ese evento había dejado una profunda impresión en su alma.
—El hermano mayor Linley es un poco taciturno, pero cuando discute sobre magia, es más que apuesto.
Una débil sonrisa apareció en el rostro de Alice mientras recordaba esos momentos.
De repente, Alice vio una figura caminando bajo las calles. Su figura parecía muy familiar. Dando una mirada más precisa, ella de inmediato lo reconoció, y una sonrisa brilló en su rostro. Ella balanceó rápidamente su mano mientras gritaba:
—¡Hermano mayor Linley, hermano mayor Linley!
Linley, que estaba caminando en la calle mientras disfrutaba la noche fría, miró hacia arriba sospechosamente mientras escuchaba que alguien decía su nombre.
En un balcón distante, pudo ver a una figura oscura vestida de violeta, con la brillante luna iluminando detrás de ella. Las ropas violetas flotaban debido a la brisa nocturna. De repente, Linley pareció oler la fragancia de Alice.
Esa fragancia, era algo cautivador.
—Alice…
Linley no pudo evitar caminar hacia ese balcón.