Linley estaba tan emocionado que sintió que su corazón estaba a punto de explotar. Nunca antes había estado tan emocionado.
—¡Padre puede recuperar su memoria y puede volver a la vida! Y Yale, George, Dixie...
Las deprimentes emociones que había sentido en los últimos días desaparecieron de repente. Linley estaba incomparablemente emocionado. Sintió como si el mundo se hubiese vuelto al instante colorido y hermoso.
—No sean apresurados. Todos ustedes, no se apresuren —instó Beirut rápidamente.
Todos reprimieron a la fuerza su emoción.